Dará inicio frente en la calle 77 A con Carrera 73. Aquí llegarán los participantes (personas inscritas página web). Se iniciará la actividad con una presentación institucional, recomendaciones específicas para la realización de la misma y calentamiento físico que permita reconocer el valor que vamos a trabajar e integración entre los asistentes. Continuaremos el recorrido por la ruta peatonal, pasando por algunas infraestructuras donde conoceremos la historia del lugar y su importancia. El recorrido consta de seguir la ruta establecida la cual está adaptada para los visitantes donde podemos identificar la importancia de los ecosistemas, los humedales, las especies de fauna y flora existentes, conocer un poco de sus orígenes y como se relaciona el hombre con la naturaleza, la importancia de la recreación y el uso adecuado de los espacios públicos, al final del recorrido se da una jornada de esparcimiento para que el grupo contemple el lugar y tenga una apropiación del espacio público. Se da el cierre de la actividad con los respectivos agradecimientos y la invitación a participar de las diferentes actividades realizadas por el Instituto de Recreación y Deporte (IDRD).

CÓMO LLEGAR

Para llegar Por la calle 80 desde la estación de Transmilenio Minuto de Dios, caminando una cuadra hacia el sur o desde el cruce de la avenida Boyacá con calle 77 A caminando hacia el occidente para ingresar por la Carrera 73.
Parqueadero: En el lugar no hay un parqueadero. Sin embargo, sobre la calle 80, frente a la estación Minuto de Dios, podrás encontrar el parqueadero del centro comercial Bahía. .

El dueño original de los predios del Humedal fue Ruperto Restrepo el cual fue adquirido por juicio de remate en 1911. Posteriormente pasó a manos de la sociedad Archila-Montejo en 1918. El expresidente Alfonso López Pumarejo adquirió estos predios de 43 hectáreas en 1936, por valor de $500.000 mil pesos.
Desde este momento se comenzó el fraccionamiento del ecosistema del cual 3.4 hectáreas fueron destinadas para la construcción de la Urbanización Santa María del Lago. Para esta época el ecosistema contaba con dos cuerpos de agua bien definidos y parte de sus terrenos eran usados para actividades agropecuarias.
En los años sesenta se construyó en parte de sus predios la Avenida 80 estimulando el desarrollo urbanístico del sector. Además, la nueva avenida Boyacá separó los dos cuerpos de agua principales en dos.
Actualmente se desarrolla un programa de rescate que incluye la restauración ecológica del sistema, eliminación de escombros, desarrollo de senderos peatonales, andenes, ciclorutas y miradores. Además, se adelanta la construcción de un colector en la carrera 76 que permitirá conducir las aguas negras a un lugar diferente a este ecosistema.
Hoy en día este ecosistema es ejemplo del balance entre lo natural y el urbanismo. Se encuentra rodeado de calles altamente transitadas como la Calle 80 y la Avenida Boyacá además de amplios conjuntos de edificios. Una amplia área boscosa aún se conserva alrededor de su principal cuerpo de agua. Es un ejemplo a un parque urbano lleno de paz y naturaleza. Es uno de los pocos humedales que no está afectado actualmente por los desarrollos urbanísticos de una capital en constante crecimiento.
Actualmente en el Humedal Santa María del Lago se desarrolla la estrategia Aulas Ambientales de la Secretaría Distrital de Ambiente. Esta estrategia de educación ambiental no formal busca por medio de procesos pedagógicos fortalecer sujetos políticos con capacidad de apropiación del territorio, intervención y movilización social, para mejorar la calidad de vida de la población y las condiciones del entorno. El Parque Mirador de los Nevados, el Parque Ecológico Distrital de Montaña Entrenubes y el parque Soratama también pertenecen a la estrategia de Aulas Ambientales. Este humedal es uno de los más lindos y tranquilos que quedan en la ciudad de Bogotá. Es un lugar para relajarse y caminar con el cantar de los pájaros, es muy seguro y consta de dos porterías.

CIERRE DE LA CAMINATA

Realizaremos un cierre evaluativo y de reconocimiento de lo vivido por parte de los y las participantes, de manera que ellos y ellas descubran el valor vivido en cada una de las actividades, se hacen los respectivos agradecimientos y la invitación a participar de las diferentes actividades realizadas por el Instituto de Recreación y Deporte (IDRD).